el hombre sin espalda

entonces me di vuelta y descubrí
que no tenía espalda no
tenía espalda y me dolía tremendo
había un cráter y
sentía cómo la brisa de la tarde me
helaba los pulmones al fumar

me puse una polera azul
para que no se notara
me sentía liviano pero
con la certeza absoluta que
algo me
había mordido y no
me había
percatado de ello
no sé me desperté
así

no tenía miedo no
tenía susto más bien me preocupaban
cosas triviales como
tratar de ocultar lo evidente y mi empeño
no era menor
el esfuerzo valía la pena pensaba
me miraba por el espejo funcionar
como un reloj sin su cubierta

a veces cuando me bañana me
llenaba de agua
me ponía bolsas plásticas pero
se llenaba de hoyos y sonaban mucho,
cuando me sentaba en las micros me dolía
una vez una señora me tocó por
detrás y me pellizcó el corazón auch salté
del dolor
desde ahora lo guardo en una caja de madera fosforescente
para que no vuelva a ocurrir

ha pasado tiempo ya pero
me he acostumbrado
a no tener espalda
duermo de guata
no tengo más dificultades para rascarme
y me he convertido en
un excelente lugar
para que puedan hacer
nidos los pájaros