
Iba a la peluquería. La señora me sentaba, me ponía la capa plástica y encendía la radio.
Empezaba a cortarme el pelo, pero raramente siempre estaba igual, veía caer el pelo en el piso, pero mi cabeza seguía estando igual. Cortaba y cortaba, pero no pasaba nada.
Nos mirábamos a través del espejo sin decirnos nada. Notaba la cara de frustración . Insistía, insistía la peluquera, los pelos caían y caían, pero mi cabeza seguía igual: no pasaba nada, hasta que se cansó. Le quise pagar, pero no me cobró: "No mijito, déjelo así!, me dijo.
Desde afuera la vi barrer los pelos en el piso y ponerse a llorar.
Empezaba a cortarme el pelo, pero raramente siempre estaba igual, veía caer el pelo en el piso, pero mi cabeza seguía estando igual. Cortaba y cortaba, pero no pasaba nada.
Nos mirábamos a través del espejo sin decirnos nada. Notaba la cara de frustración . Insistía, insistía la peluquera, los pelos caían y caían, pero mi cabeza seguía igual: no pasaba nada, hasta que se cansó. Le quise pagar, pero no me cobró: "No mijito, déjelo así!, me dijo.
Desde afuera la vi barrer los pelos en el piso y ponerse a llorar.
4 comments:
qué raro fue ir a la peluqueria
si eso fue un sueño
que sueño más raro
*
imagina si lo hubiese soñado la peluquera
la angustia que abría sufrido
*
me gustan los poemas así
poemas que no son poemas
que son anécdotas
y escritas en prosa
las cosas comunes
también es poesía
*
poesía en la calle
pucha que escribís bonito
si, envidia, siento envidia mucha envidiaaaa jjajajajaaj
no, muy lindo... pero no es tan raro encuentro yo, tiene taaantas interpretaciones.
abrazo.
uhhhh
qué bueno
me gustó caleta
Dáiniél
tienes tanta talento narrativo
jaja
Post a Comment