Mamá todavía no se recupera. Sigue yendo a comprar el pan cada tarde. Pone la tetera justo diez para las siete. Tres puestos. Uno para ella, otro para mí, otro para papá. Me pide que lo espere, que no sea impaciente, que ya va a llegar. Cuando dice eso la miro, no digo nada, sólo la miro como miran las gaviotas del Mapocho cuando los niños les tiran piedras para que vuelen. Se sienta a mi lado, apoya los codos en la mesa y cruza las manos. Reza. Me pide que haga lo mismo; tic-tac, tic-tac, la eternidad cabe en un segundo, en la mirada de mamá que me pide que haga lo mismo, que cruce las manos, que espere. Mira la hora. Nadie come hasta que llegue papá, nadie toca nada hasta que llegue papá, hasta que papá resucite y se digne -alguna vez- a tomar onces con nosotros otra vez.
10 comments:
oye está bueno el cuentito.
saludos.
mmmm no.. no... no me mueve
pufff!!!
escribir pa'l lado no es lo mío
me dedicare a escribir pa' bajo nomàs
tu historia ha sido un buen desayuno,
me gusto.
esta en el limbo entre lo normalito y lo rarito..
saludos!
claro...
lo mismo me pasa a mi
lo tuyo es letras pa abajo
y las mías pal lado
porque pa abajo no me resultan ni mueven nada ni a nadie.
cuidese daniel.
un saludo.
oscrobor do obojo poro orrobo
no ol rovóz
Pregunta: ¿Qué es poesía?
Respuesta: Escribir pal lado y separar pa abajo.
Da lo mismo... es lo mismo.
Prosa poética / narrativa en verso.
Me gustó harto
Saludos, Dañel
ah,
hola, vecino! es que estoy viviendo en ñuñork
je
Gaviotas del Mapocho
pronto en todos los Kioscos
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